Cómo reducir la huella de carbono en viajes de empresa

Los viajes son un componente imprescindible del mundo corporativo y suponen un gran negocio. Se espera que el crecimiento anual de los viajes de negocios alcance los 1,6 billones de dólares en 2020^[1]; y, de media, el 30% de los empleados que hacen viajes de empresa en Europa vuelan una vez al mes^[2]. No obstante, las empresas y los empleados son cada vez más conscientes del impacto que tiene su huella de carbono. ¿Cómo pueden las organizaciones reducirla en los viajes de empresa?

El primer paso para reducir la huella de carbono en los viajes de empresas es que la gente sea consciente de esa necesidad para cambiar sus hábitos. Muchas empresas juegan un papel muy importante en este cambio. Hay que empezar por conocer el impacto medioambiental de los diferentes medios de transporte. Comprender adecuadamente los problemas ayudará a los empleados a tomar decisiones fundamentadas sobre su forma de desplazarse.

En muchos casos, un viaje en tren es más sostenible que un vuelo de corta distancia. Por ejemplo, ir de Londres a París en tren emite un 90 % menos de dióxido de carbono que un vuelo de corta distancia^[3]. Además, si tenemos en cuenta los procesos de facturación y seguridad en el aeropuerto, se tarda más en volar de Ámsterdam a Bruselas que yendo en tren. Las empresas deberían ofrecer opciones de transporte claras en sus políticas de viajes corporativos e incluir directrices para elegir entre unas u otras.

Los viajes de empresa empiezan con los desplazamientos a la oficina y no se limitan a reuniones en otros sitios. Por eso, las empresas deberían prestar atención a cómo se desplazan sus empleados para ir o volver del trabajo.

Contar con políticas de viajes y de responsabilidad social corporativa puede influir en las actitudes y comportamientos de los miembros de una organización. Si las empresas ofrecen aparcamientos para bicicletas en la oficina, opciones de viajes compartido y complementos para usar el transporte público, podrán animar a sus empleados a hacer viajes más sostenibles.

Las reuniones presenciales tienen sus ventajas, pero es importante tener en cuenta el coste, el tiempo y el impacto medioambiental que suponen. Los viajes de empresa deben tener sentido. ¿Realmente es necesario hacer un viaje para asistir a una reunión o un curso? ¿Puedes obtener los mismos resultados haciéndolo por Internet?

Una de las preguntas que deben plantearse los empleados cuando viajan es si realmente están empleando bien su tiempo. Puede que un vuelo internacional para una reunión de 30 minutos no sea la mejor forma de aprovechar los recursos. Si se pueden conseguir los mismos objetivos a través de una videoconferencia, deberías pensar si realmente es necesario reservar ese vuelo. Replantearse las decisiones no significa perder oportunidades, sino ser consciente de que existen alternativas más ecológicas.

El transporte y el alojamiento suponen la mayor parte de los gastos de los viajes de empresa. Sin embargo, los vuelos y los coches de alquiler producen mucho CO2, y los hoteles consumen mucha energía y generan residuos. Definir quiénes son los proveedores ecológicos preferidos en una política de viaje puede ayudar a tomar decisiones sostenibles y reducir el impacto medioambiental de los viajes de empresa.

Una forma de encontrar proveedores ecológicos es conocer aquellos que han visto reconocidas oficialmente sus iniciativas. El SAM Corporate Sustainability Assessment (CSA) es una evaluación anual de sostenibilidad en distintos sectores. En 2019, Air France-KLM obtuvo el máximo galardón como compañía aérea más sostenible^[4]. El Consejo Global de Turismo sostenible (GSTC), organismo internacional de acreditación de viajes sostenibles, concede una certificación a hoteles y otros alojamientos que operan de forma sostenible^[5].

A veces, los viajes de empresa son necesarios, por ejemplo, para asistir a determinadas conferencias o reuniones con un CEO. En esos casos, las organizaciones tienen la oportunidad de neutralizar la huella de carbono de sus viajes de empresa mediante la compensación de carbono, que es la práctica de invertir fondos en proyectos que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero.

Muchas compañías aéreas cuentan con programas de este tipo para compensar por cada vuelo apoyando iniciativas dedicadas al desarrollo de energías sostenibles o a la reforestación. Las empresas también pueden invertir en proyectos de compensación para contrarrestar el efecto de sus viajes de empresa a mayor escala. Calcula tus emisiones de carbono e investiga antes de elegir la solución más adecuada para tu empresa.

Cada día, se completan más de 15 millones de viajes con Uber. Como plataforma de movilidad global, tenemos la responsabilidad de buscar formas más sostenibles para el desplazamiento de nuestros usuarios.

Contar con diferentes opciones de transporte puede contribuir a reducir la huella de carbono de los viajes de empresa. Las personas que utilizan la app Uber disponen de opciones eficientes y sostenibles al alcance de la mano.

Las organizaciones que quieren reducir la huella de carbono de los viajes de empresa saben que no es tarea fácil. Sin embargo, acciones como concienciar a los pasajeros, fomentar comportamientos más ecológicos y colaborar con socios sostenibles contribuyen a cuidar del planeta.

¹ GBTA Forecasts Global Business Travel Spend to Reach $1.6 Trillion by 2020, Travelpulse
² The Business Flight Travel Survey Statistics, Fly Aeolus
³ Planes vs. trains: The environmental impact of taking a train compared to flying, Bookaway
⁴ Corporate Sustainability Assessment Industry Leaders, SAM
⁵ Why Become a Certified Hotel/Accommodation, GSTC