8 beneficios de las juntas presenciales con clientes

No es ningún secreto que las relaciones son la base de asociaciones exitosas. Sin embargo, con el 34% del personal trabajando en un entorno remoto o híbrido, puede ser difícil involucrarse de una manera que tenga impacto. Las juntas presenciales te permiten interactuar fuera de una pantalla. Esto da lugar a conversaciones más significativas y memorables.

Conocer a un cliente en persona también demuestra que tienes la disposición de invertir tiempo y esfuerzo en la relación. Es una excelente manera de dar una primera impresión y sentar las bases para interacciones positivas en el futuro.

El intercambio de ideas con los demás puede ser un desafío durante una videollamada o una llamada de audio. Una interacción en persona da lugar a comentarios inmediatos y lluvia de ideas, sin la demora que conlleva la tecnología.

Herramientas como pizarrones o pósits también hacen que la experiencia sea interactiva. Además, los estudios han demostrado que escribir a mano aumenta la memoria, las habilidades de pensamiento crítico y la creatividad. Todos estos elementos son importantes cuando un equipo trabaja en conjunto para desarrollar un nuevo concepto o resolver un problema.

La comunicación en persona es más que solo verbal. El lenguaje corporal, las expresiones faciales y el tono son cruciales para comprender el contexto de una conversación. Si bien puedes percibirlas en juntas virtuales, puede que no se noten las dudas sutiles o el momento en que alguien quiere hablar.

Esto es especialmente importante cuando se habla de temas difíciles o comentarios. Ser capaz de abordar y aclarar los malentendidos de inmediato hace que las conversaciones sean más efectivas. También reduce el riesgo de tener malos entendidos.

Las juntas virtuales conllevan muchas distracciones, como correos electrónicos entrantes y notificaciones. Los participantes de la junta tendrán la tentación de hacer varias tareas a la vez, lo que hará que pierdan información y conversaciones importantes.

Los datos de Zippia muestran que al menos el 55% del personal dice que durante las juntas hace varias cosas a la vez, como tareas domésticas, navegar por la red y más. Las juntas presenciales requieren más atención. No es tan fácil hacer varias tareas a la vez cuando estás físicamente presente. Esto resulta en juntas más productivas en las que todo el equipo está enfocado en el mismo objetivo.

En las juntas virtuales, puede que algunos asistentes que necesitan información, pero su presencia no es obligatoria o no se espera que participen, silencien su micrófono y apaguen su cámara. Las juntas presenciales no ofrecen esa oportunidad. Fomentan un entorno en el que más personas pueden contribuir.

Si hay una mayor participación significa que habrá más opiniones. Cuando aumentas el compromiso de las personas en la sala, puedes conocer diversas perspectivas. Eso te brinda la información que necesitas para tomar decisiones informadas.

La mayoría de las juntas terminan con un resumen de cuáles serán los próximos pasos, pero a veces es fácil olvidarlos. Tener a todo el equipo en una sala conduce a una mayor comunicación sobre los objetivos, metas y métricas que definen el éxito. Y eso da como resultado claridad sobre lo que sucede y por qué.

Las juntas presenciales presentan oportunidades para actividades en equipo que contribuyen a una fuerte dinámica de grupo. Las actividades como comidas grupales o visitas a la oficina brindan al equipo la oportunidad de interactuar de manera más informal. Estos momentos permiten que las personas encuentren intereses comunes y se entiendan entre sí a un nivel más personal.

Las juntas presenciales posibilitan conversaciones informales para establecer redes de contactos. Los diálogos ocasionales, antes y después de las juntas, a menudo conducen a un intercambio de ideas útil. Esto va más allá de lo que fue planeado en la agenda y te ayudará a descubrir nuevas oportunidades de negocio.