El agotamiento laboral: por qué es hora de un cambio en el lugar de trabajo

El año pasado más de un tercio de los empleados de EE. UU. trabajó desde sus casas. Mientras tanto, millones de personas perdían sus trabajos y rápidamente quedaban expuestas a la vulnerabilidad económica. 

El 2020 fue un año de reuniones por videollamada, interacción social mínima y mucho pantalón deportivo. ¿Cuál fue el resultado? Los equipos de trabajo, ya agotados, están llegando a un punto límite. 

El agotamiento laboral (o burnout) es lo que le sucede al cuerpo y a la mente cuando una persona está bajo estrés crónico en el lugar de trabajo. Los 3 síntomas principales del agotamiento laboral son cansancio, escepticismo e ineficacia. 

Si bien la tasa de agotamiento laboral aumentó de manera significativa durante la época de la COVID-19, no es un fenómeno nuevo: de hecho, lo acuñó un psicoanalista en la década de 1970. Es un problema de hace décadas que tomó especial vigencia debido a la COVID-19. 

En un estudio global reciente realizado por Harvard Business Review, el 89 % de los encuestados opinó que su vida estaba empeorando, el 85 % afirmó que su bienestar se había reducido y el 62 % informó que tenía dificultades para administrar su carga de trabajo y que había experimentado agotamiento laboral en los últimos 3 meses. 

Según Bloomberg, la jornada laboral en todo el mundo aumentó un promedio de 48 minutos desde el inicio de los confinamientos por COVID-19. La cantidad de correos electrónicos enviados y recibidos se incrementó. La cantidad de reuniones por persona aumentó un 13 % en los primeros meses de aislamiento. Y también surgió la fatiga por Zoom: los trabajadores sienten un nivel adicional de agotamiento debido a la mayor cantidad de reuniones por videollamada. No es de extrañar que los empleados se sientan estresados. 

El estrés relacionado con el trabajo causa 120 000 muertes por año en Estados Unidos. En lo individual, el agotamiento ocasiona perjuicios mentales, físicos y emocionales. El estrés y la incertidumbre también tienen un efecto muy negativo en el éxito general de una organización, desde la retención de talentos hasta la innovación y los ingresos. 

En 2019 la Organización Mundial de la Salud reconoció oficialmente el agotamiento laboral como un fenómeno ocupacional. Dicho de otra manera, les corresponde a las empresas ayudar a solucionar este problema. 

Las empresas de hoy tienen la oportunidad importante de ayudar a reducir el agotamiento laboral y a desarrollar la resiliencia en el lugar de trabajo. Su éxito depende de ello. Según BetterUp, “las investigaciones demuestran que la resiliencia puede ser un excelente mecanismo para que las organizaciones sigan siendo rentables y competitivas, incluso en épocas turbulentas”. 

La clave para formar una fuerza laboral más resiliente es abordar el problema como organización, no solo a nivel individual. 

Si bien es importante brindar beneficios para el bienestar y alentar a los empleados a cuidar de sí mismos, es fundamental que las organizaciones asuman la responsabilidad de reducir el agotamiento laboral de sus empleados y de elaborar estrategias para aumentar la resiliencia. Para comenzar es necesario concentrarse en 3 aspectos:

Es importante establecer metas realistas y alcanzables no solo para la empresa, sino también para los equipos y los gerentes. “La prevención del agotamiento laboral requiere la convergencia de los gerentes y de la organización”, opina Gallup. Las organizaciones deben establecer las prácticas y los resultados esperados para respaldar a todos los empleados. 

Deloitte alienta a los líderes a “mantener expectativas razonables y flexibles para la adaptación de la fuerza laboral cuando la crisis comience a resolverse, y a respaldar a los trabajadores que necesiten tiempo e intervenciones adicionales para mitigar el estrés”. Debe comunicarse a nivel general y con regularidad cuáles son esas expectativas, tanto en momentos estresantes como en situaciones menos intensas. 

El aislamiento en el lugar de trabajo puede generar agotamiento laboral. Deben crearse oportunidades de conexión y colaboración significativas para los empleados. Más allá del trabajo diario, también se pueden incluir espacios para la conexión con compañeros. Algunos de los servicios de soporte más exitosos establecidos en las empresas incluyen facilitar o fomentar los grupos de apoyo a los empleados dirigidos por colegas. 

A fin de aumentar la resiliencia, debe establecerse la seguridad psicológica en todo el lugar de trabajo. Según Deloitte, se requiere “una condición de franqueza, confianza y respeto… sin temor a consecuencias negativas”. Este clima también prepara el escenario para aumentar la participación y la colaboración de los empleados, y crea un espacio seguro para responder ante una crisis. 

Las organizaciones deben poner en práctica ejercicios que fomenten la participación regular de los empleados y pedirles a los gerentes de soporte que hagan lo mismo con sus equipos. 

Después de un año sin precedentes en el que tantas personas trabajaron desde casa, las organizaciones tienen mucho que considerar para el regreso al lugar de trabajo.

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