Tony West es vicepresidente sénior, director jurídico y secretario corporativo de Uber, donde dirige las funciones legales, de cumplimiento y ética y de seguridad global de la empresa.
En Uber, Tony ayudó a liderar la transformación cultural de la empresa, al implementar un modelo de gobernanza de clase mundial, guiar la Oferta pública inicial de la empresa (Initial Public Offering, IPO), desarrollar iniciativas multifacéticas de Diversidad, equidad e inclusión (Diversity, Equity, and Inclusion, DEI) e introducir iniciativas sólidas de transparencia corporativa. Bajo su liderazgo, Uber publicó de forma proactiva el primer informe de seguridad en su tipo en EE. UU. y se convirtió en una de las primeras empresas de tecnología en poner fin al arbitraje obligatorio y al uso de acuerdos de confidencialidad para las personas sobrevivientes de agresión sexual y mala conducta.
Tony tiene más de 25 años de experiencia en los sectores públicos y privados. Antes de unirse a Uber, fue vicepresidente ejecutivo de políticas públicas y asuntos gubernamentales, asesor general y secretario corporativo de PepsiCo.
El senado convocó a Tony en dos ocasiones para servir como alto funcionario en la administración del presidente Barack Obama. De 2012 a 2014, fue Fiscal general asociado de Estados Unidos, el tercer puesto más importante del Departamento de justicia del país, donde supervisó varias divisiones, como la de Derechos civiles, Antimonopolios, Impuestos, Medio ambiente y Recursos naturales, así como la Oficina de programas judiciales, Oficina sobre violencia contra la mujer y Oficina de servicios policiales para la comunidad. Como fiscal general adjunto, Tony procesó a varias instituciones por su función en la crisis financiera de 2009. Logró obtener casi $37 mil millones en multas e indemnizaciones para los ciudadanos estadounidenses afectados.
Entre el 2009 y el 2012, desempeñó el papel de fiscal general adjunto de la División de lo civil, la mayor área de litigación del Departamento de justicia. Como fiscal general adjunto, dirigió la revisión que hizo el Departamento de justicia a la constitucionalidad de la Ley de defensa del matrimonio (Defense of Marriage Act, DOMA). Defendió con firmeza y éxito que el departamento abandonara la larga defensa del estatuto porque la ley era inconstitucional.
Cuando Tony dejó la administración del presidente Obama en 2014, el fiscal general Eric Holder lo galardonó con el honor más alto del Departamento de justicia, el premio Edmund J. Randolph.
Previamente, fue fiscal federal adjunto en el Distrito Norte de California, donde procesó diferentes delitos federales. También fue asesor especial del fiscal general del Departamento de justicia de California y fue socio especializado en litigaciones del bufete Morrison & Foerster LLP en San Francisco.
Se graduó con honores de Harvard College. Ahí se desempeñó como editor de la revista Harvard Political Review y obtuvo su título en derecho en Stanford Law School, donde fue presidente de la revista Stanford Law Review. Actualmente, es miembro de las juntas del Fondo educativo y de Defensa legal de la Asociación nacional para el avance de las personas de color (National Association for the Advancement of Colored People, NAACP) y es parte del consejo asesor de My Brother’s Keeper Alliance Advisory de la fundación Obama.
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